Es complicado empezar a pensar. O tomar conciencia de lo que haces. o
hacer que todo lo que haces sea algo conciente y digno de ser contado. A
veces cosas notorias las haces sin darte cuenta, las cosas que haces
como siempre, que te resultan normales, las haces. Como cuando vas
caminando por la calle y saltas a la vereda y la gente te mira y piensa
que eres un loco, o cuando vas caminando y riendo porque te contaste
algo muy divertido. Conversar con uno mismo, sorprenderse a uno mismo.
Gente que no tiene relación alguna con uno mismo quiere relacionarse con
otros. Cada quien es un mundo, te subes a un bus lleno de gente y todos
guardan su historia, todos se levantaron bajo un techo distinto, bajo
una realidad distinta, bajo una circunstancia y bajo el mismo cielo, y
todos van a sus lugares a cumplir lo que deben cumplir o a hacer lo que
quieren hacer o lo que deben o lo que les ha tocado y todos están ahí y
no conoces a nadie y solo estás tú, entre la gente, entre todos, y todos
tienen algo que contar pero no lo cuentan, para qué si despertar y
comer un pan con café es lo más común y a quién vas a sorprender con
eso, y sin embargo los que cuentan todo eso son los que permanecen, los
que se vuelven eternos.
(SantaDualidad)
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