miércoles, 8 de septiembre de 2010

La felicidad... ¿mito o verdad?

La felicidad es una de las cosas que todo libro de autoayuda dice que se puede alcanzar si se tiene la actitud correcta. O por ejemplo que la felicidad no es la meta sino el camino. Que no se llega nunca a la felicidad sino que debemos encontrarla en el día a día.


En este orden la felicidad se empieza a comercializar, la felicidad empieza a ofrecerse en escaparates. Los comerciales nos muestran cómo podemos alcanzar la felicidad teniendo cosas, comprando lo mejor, accediendo a oportunidades exclusivas, buscando la felicidad en todos los centros comerciales. La felicidad entonces se vuelve un producto y convierte al dinero en la única forma de alcanzar la felicidad.


La gran mayoría entonces empezamos a buscar dinero para llenar nuestras necesidades, para ser felices debemos tener dinero, para poder comprar lo que nos hace felices, para poder comprar la felicidad. La gente empieza entonces a buscar dinero, y quiere obtenerlo de cualquier forma, es necesario para vivir y mientras más tengas más feliz serás, más felices serán quienes viven cerca de ti.


Pero entonces la gente empieza a dividirse entre los que tienen y no tienen. Y supuestamente son felices porque tienen mucho y miran que otros no tienen y en muchos casos empiezan a ayudar a los que no tienen. Pero la gran mayoría simplemente no lo hace.


El sistema actual implica que no todos podamos tener mucho dinero, es necesario que sea así, esa desigualdad implica que nunca todos vamos a poder ser totalmente felices. ¿Y qué es lo peor? que aquellos que tienen mucho dinero tampoco son felices, lo tienen todo pero no son felices, ninguno de los dos extremos implica felicidad.


Por ende la felicidad viene a asociarse con una sensación de equilibrio. Una sensación y una certeza de equilibrio. No se puede ser completamente feliz sin tener lo necesario, no se puede ser completamente feliz al tenerlo todo pues se empiezan a producir otro tipo de problemas, que si los hijos caen en drogas, que ataques por querer arrebatar lo mucho que se tiene, problemas legales, mil cosas que vienen asociadas al dinero y al estilo de vida opulento que se nos vende como que fuera lo mejor del mundo.


La respuesta está en el equilibrio. La verdad está en el centro. La felicidad es el equilibrio y esa es una verdad. Claro que no solamente se la puede explicar por medio de los argumentos expuestos ahora pero ya habrá tiempo de seguir hablando de esto.


Salve oh dualidad!!